Búsqueda de la Paz entre Israel y Palestina: ¿Cuáles son los obstáculos?



Israel vs Palestina. BBC



Desafíos históricos, políticos y económicos en la búsqueda de un acuerdo de paz.


El conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más complejos y prolongados del mundo, con raíces que continuan en la historia actual y cuyas consecuencias establecen las dinámicas actuales de la región y del mundo. La pregunta es: ¿Qué obstáculos impiden alcanzar una paz entre ambos pueblos?. Desde enfrentamientos territoriales hasta tensiones económicas, la solución parece cada vez más lejana.


Los desacuerdos entre israelíes y palestinos comenzaron incluso antes de la fundación del Estado de Israel en 1948. Las fronteras definidas tras el armisticio de 1949 y la guerra de 1967 son uno de los principales puntos de desacuerdo. Israel ocupa Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania desde esa última guerra, y ha impulsado asentamientos en territorios palestinos, considerados ilegales por la comunidad internacional. Hoy en día, más de 700.000 israelíes viven en territorios ocupados. Para los palestinos, esta expansión no solo amenaza su territorio, sino que simboliza la falta de interés israelí en permitir la creación de un Estado palestino soberano. A su vez, Israel justifica sus políticas o acciones basándose en la seguridad nacional, en un contexto marcado por ataques y tensiones.




El estatus de Jerusalén perjudica aún más la situación. Israel la considera su capital, mientras que los palestinos la ven como la futura capital de su Estado. La anexión de Jerusalén Este en 1967 y la posterior expansión de asentamientos han convertido esta ciudad en un símbolo y campo de batalla político.


Un problema clave en el conflicto es la falta de unidad entre los palestinos. Desde 2007, la franja de Gaza está bajo el control de Hamás, una organización islamista considerada terrorista por Israel, EE. UU. y la Unión Europea, mientras que en Cisjordania la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por Fatah, ejerce el poder. Esta división interna no solo debilita la posición palestina en las negociaciones internacionales, sino que también complica la gobernanza y la calidad de vida de los palestinos.



La violencia también alimenta el conflicto. Israel sostiene que su seguridad está constantemente amenazada por los ataques de grupos armados palestinos, mientras que los palestinos enfrentan los abusos de los colonos y las operaciones militares israelíes. Este ciclo de violencia alimenta el miedo y la desconfianza mutua.


La solución de dos Estados, defendida por la comunidad internacional, parece cada vez más inalcanzable. Mientras las negociaciones políticas están paralizadas, los asentamientos continúan creciendo al igual que la violencia. Los intentos de normalización entre Israel y países árabes, como los Acuerdos de Abraham, han dejado a los palestinos al margen del diálogo, reforzando su aislamiento.


Sin embargo, algunos siguen apostando por esta solución como el único camino viable hacia la paz. Pero para que esta visión se materialice, será necesario un compromiso político por ambas partes, acompañado de medidas económicas que ofrezcan esperanza a los millones de ciudadanos atrapados en esta lucha. 


El enfrentamiento entre Israel y Palestina está marcado por conflictos históricos, políticos y económicos que han obstaculizado los intentos de paz. Aunque la solución de dos Estados sigue siendo el objetivo declarado por la comunidad internacional, su implementación requiere superar unas barreras. Mientras tanto, la región permanece atrapada en una espiral de violencia y desesperanza. La pregunta sigue siendo: ¿Es posible construir un futuro diferente para ambas naciones?




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